lunes, 1 de mayo de 2006

«Un Rey lo es de por vida»

CARMEN VILLAR MIR. CORRESPONSAL ABC

ESTOCOLMO. El anuncio de que los Reyes de Suecia conceden audiencia a la prensa a nadie deja indiferente. Unos periodistas suecos del reducido grupo al que van a recibir Carlos Gustavo y Silvia, en el que se incluye esta corresponsal, a duras penas logran disimular sus nervios: manos que anudan corbatas, miradas rápidas que valoran el lustre de los zapatos, un último ajuste al traje... Desde las escaleras de Palacio, Nina Edh, jefa de Información de la Casa Real, nos lleva a un salón gustaviano donde los Reyes esperan de pie.

Presentación formal: «Carmen Villar Mir, de ABC» y reverencia tradicional. El Rey me da la bienvenida en sueco, y la Reina Silvia me saluda en español con un acento perfecto.

-¿Dónde ha aprendido Su Majestad a hablar español?

-En Munich, en el colegio.

Carlos Gustavo sonríe y comenta que «parece una broma aprender español en Alemania», y me pregunta si la pronunciación de la Reina es buena.

-¡Buena no. Excelente, majestad!

Los Reyes de Suecia acaban de regresar de un viaje a España. Es uno de sus destinos favoritos... «Nos gustaría mucho -dice Carlos Gustavo- poder ir con más frecuencia. Es algo que nos hemos propuesto hacer más a menudo en el futuro». La Reina Silvia nos comenta que han visitado la Alhambra, «es una verdadera maravilla», y tiene unas palabras de alabanza para la amabilidad que «el pueblo español nos ha mostrado estos días».

Muchos años por delante

El Rey, al contrario que el resto de los ciudadanos de este país, no tiene la intención de jubilarse a los 65 años.

-¿Tendrá la Heredera que esperar muchos años para reinar?

-Eso espero.

-¿No tiene su Majestad intención de abdicar dentro de diez, veinte o treinta años si se encontrase cansado o enfermo, que Dios no lo permita?

A Carlos Gustavo le hace gracia la pregunta y sonríe. Pero se muestra enérgico: «No».

-Así pues, ¿cree usted que la Corona es para siempre?

-Sí. Un Rey lo es de por vida.

La Heredera de la Corona, Victoria, continúa con sus estudios y sigue instruyéndose para afrontar su destino. Es algo que en última instancia favorece, además de a ella, al pueblo sueco. una ventaja más. Una larga experiencia y sus contactos personales le ayudarán en su papel de Reina.

-¿Ha aconsejado su Majestad a la Kronprinsessa Victoria?

-Quizá debería preguntárselo a ella.

-Sí -tercia Silvia-, «Kungen» (el Rey) ha dado muchos y muy buenos consejos a nuestra hija, aunque Victoria es una mujer muy sensata capaz de tomar sus propias decisiones.

Durante nuestra conversación el Monarca nos confiesa que la entrada de Suecia en la Unión Europea inicialmente le inquietó. Temía que el país pudiera perder su identidad nacional, que se diluyera entre todos los demás. Después, comenta que la Monarquía y la democracia son dos sistemas que se complementan mutuamente y se fortalecen entre sí. «Hay una íntima cooperación. La Monarquía es una institución estable y apolítica que perdura en el tiempo y representa la historia de un pueblo y su tradición».

En su 60 cumpleaños, Carlos Gustavo nos asegura que aunque la edad le ha vuelto «algo distinto por fuera, sin embargo soy el mismo por dentro», y añade que «para estar en forma hago ejercicio y como poco». El Rey apunta que su amor por Silvia está tan vivo y joven como hace 30 años, y que a su modo de ver el truco consiste en hablar de las cosas sin importancia. «Las parejas hoy hablan demasiado de los problemas y poco de las cosas triviales. Esas pequeñas cosas conforman nuestra existencia más que los grandes acontecimientos».

Hay una cuestión delicada en la Corte, el matrimonio de la Heredera. Muy diplomáticamente Carlos Gustavo nos explica que tiene tres hijos, «y espero que pronto tengamos tres bodas».

Los flashes de los fotógrafos no han dejado de centellear en toda la audiencia. Nina Edh mira su reloj y discretamente nos indica que la audiencia ha terminado, cuando el Rey nos comenta divertido:

-¡En realidad, nadie me pregunta cómo me encuentro!

-No hace falta, Majestad, tiene usted un aspecto estupendo.
 

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